Bienvenidos a "La cantera de las Historias", blog literario de los alumnos de 2º de ESO del colegio Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.
14 dic 2014


                                     El Examen del Feudalismo

                                                        ***
Un campesino trabajaba día a día, desde que empezaba el sol hasta que que terminaba y así sucesivamente. En las aldeas el tiempo de medía por campanadas cada tres horas, tampoco sabían en que día estaban, ni en que mes, ni en las estaciones del año, ya que no había calendario.

Los aldeanos nunca habían salido de sus territorios, nada más salían los nobles, reyes, caballeros...etc. Los campesinos formaban el 90% de la población, tenían que trabajar las tierras que los señores le daban, a cambio de protección. Si no podían pagarle el beneficio de las tierras dejaban de darle protección y se queda con las tierras.

Ellos vivían en aldeas, con los animales para calentarse mas en el invierno, también en la cama podía dormir con su mujer y con los hijos que tenga para calentarse más y no pasar frío, lo normal era que se acostasen vestido, el colchón lo rellenaban de paja.


Para comer utilizaban cuencos de maderas y
cucharas, la comida más importante de ellos era
la cena, comían verduras, cereales, legumbres, cervezas. Los campesinos con ganados tenían huevos y leche. Para ellos la comida que sobraban la conservaban en sal o la secaban. Ellos tenían miedo a tener una mala cosecha y pasar hambre.


Las mujeres también eran campesinas cocinaban,
lavaban y cultivaban ayudando al marido y podían ser religiosas y ayudaban a la educación de sus hijos.

                                                 ***




Esto es la historia de un campesino y campesina que un niño de trece y catorce tiene que estudiar. El niño en clase no hacía nada solo copiaba los apuntes, a las semanas le pusieron el examen, empezó a estudiar pero siempre lo dejaba hasta que llego el ultimo día, empezó a estudiar como un loco, con ganas para aprobar ese examen, parecía que se lo sabía, llegó el examen, nervioso, fué con la certeza de que iba aprobar, empezó a escribir pero a mitad del examen se quedó en blanco, dejo de escribir empezó a pensar a darle la vuelta a la cabeza ave si se acordaba pero de repente, ya era la hora de entregar el examen, sabía que iba a suspende, estuvo pensando hasta que le dieron la nota del examen, no se lo podía creer lo que le había pasado, pero al final lo dejó pasar. Llego el día que le dieron la nota, había sacado un 2,5, no se lo podía creer, penso en que tanto tiempo en el tema ese para estudiar el ultimo día y suspender, ese examen lo tenía que recuperar en septiembre, estudió durante todo el verano.

Empezó a simular como si el estuviera en la Edad Media y fuera un campesino en su campo, trabajando las tierras, cuidando el ganado, a los animales y también como vivían los nobles sin tener que trabajar con sus siervos que le hacía lo que le pedía. A mitad del verano dejó de estudiar porque se lo sabía, salió con sus amigos para pasarselo bien, por las tardes a la playa y por las noches salían a la calle.

Las dos ultimas semanas empezó a estudiar de nuevo, para repasar y se lo sabía, ahora si que sí, tenía la certeza de que iba aprobar se lo sabía perfectamente. Llego el día, iba concentrado al examen, dispuesto a hacer un buen examen, lo acabó y le sobro tiempo de examen.

Estaba esperando haber cuando le daban la nota para pasar de curso y seguir con sus compañeros. Al fin y al cabo se la dieron había sacado en el examen un ocho, pero ya que había suspendido antes tiene ahora un cinco.

Estaba feliz, aprovecho lo que le quedaba de verano al máximo porque dentro de poco se acababa lo bueno y se tenía que poner a estudiar de nuevo.
El niño decidió estudiar desde el primer día que dieran clase, y así fue, fué aprobando todas las notas, estaba bien, porque no recibía ninguna noticia de que había supendido

2 comentarios:

mario castellano dijo...

este relato no me ha gustado nada , no tiene cohesión,

mario castellano dijo...

definitivamente este relato no vale nada,