Bienvenidos a "La cantera de las Historias", blog literario de los alumnos de 2º de ESO del colegio Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.
7 abr 2015
https://docs.google.com/document/d/14cGnCRFZ-8EOGRTHfBdshTjkpQeQGMq7n4c_bo9lfVI/edit


18 ene 2015
En este ultimo 2014 ha sido un año de cambios ,conoci a mis actuales amigos gracias a Mario.
El y yo nos conocimos en el C.D.ROTA ,él estaba en las alesianas y hay estaban todos los demas ´que eran Cayetano,Juan Maria,Alberto...
El primer día que nos vimos nos dimos cuenta de que coincidiamos en muchas cosas,yo pense que nuestra amistad iba a cambiar mucho.
Pasamos junto Carnaval,Semana Santa,Feria,Verano,etc...
En algunos de estos tuvimos muchos problemas.Incluso nos separamos un tiempo pero lo areglamos lo pasamos mejor durante todo el vernao,quedabamos por la noches y todo eso e incluso hoy en dia seguimos juntandonos.
Yo me fui de los salesianaos y aora estamos todos juntos en la misma clase.Tambien mi hermana y su novio se graduaron en la universidad con muy buena nota y mi hermana esta trabajando;este año ha sido de cambios y esperamos que este sea mucho mejor.
14 ene 2015



Un día una campesina muy guapa junto a su marido que también era muy guapo, tuvieron un hijo y lo llamaron Billy.
Un día Billy se despertó por la noche cuando tenía la edad de…él no sabía cuántos años tenía ni cuándo había nacido porque no había calendario. Al día siguiente era el primer día que iría a trabajar al campo.
Se puso a pensar en todo el tiempo que había pasado hasta ese día, Había estudiado había jugado con sus amigos, incluso había visto a caballeros.
Incluso quería ser caballero y su madre le explicó que los caballeros eran nobles y que los nobles debían saber latín, también le explico que cada caballero tenía un escudero.
Él como no trabajaba el campo tenía que sacar las hojas podridas del colchón, hoy es el último día que estudiará porque a partir de mañana trabajara el campo.
Hoy le pregunto a un caballero llamado Sr. Lucero si podía ser su escudero, Sr. Lucero le pregunto si sabía latín y él le dijo que no, Sr. lucero le dijo si aprendes latín no le diré a nadie que no era un noble y le dejaría ser su escudero.
Le contó lo sucedido hoy a su madre así que todos los días antes de almorzar o cenar se iba a la biblioteca de la iglesia a estudiar latín, él mientras trabajaba la tierra intentaba no llamar la atención por si un día llegaba a ser un caballero, al cabo  del tiempo sabía escribir, leer y escribir latín así que fue a decírselo a Sr. Lucero, Sr. Lucero le felicito porque le había visto aprendiendo latín y su entusiasmo, le dijo que al día siguiente cuando saliera el sol cogiera sus cosas y se fuera a su casa.
Billy fue a su casa a decírselo a su familia a la hora de cenar, su madre su padre y su hermano John, ellos lo entendieron y aunque le echarían de menos sabían que era una cosa buena para él.
Billy se levantó antes de que saliera el sol para que nadie lo descubriera cuando salió el sol el Sr. Lucero abrió la puerta y le dio ropa para que pareciera un escudero y no un campesino.
Ese mismo día Sr. Lucero tenía un torneo contra Sr. Locero así que Billy le ayudó a ponerse la armadura, este torneo lo ganó Sr. Lucero.

Los siguientes días Sr. Lucero le enseño las técnica de la guerra estuvieron luchando para enseñarle las técnicas y la práctica de la lucha, lo hicieron un montón de tiempo hasta que un día, una persona le dijo que sabía su secreto.
La persona mayor le dijo que cuando iba a la biblioteca y siempre cogías el mismo libro fui a ver cuál era y era aprendizaje en latín, y tú eras un campesino y ayer te vi y eras un escudero.
La persona mayor se lo iba a decir a todos así que le di unas monedas para que se callara. La persona mayor no quería las monedas sino que como él era un noble dijera que era su hijo.
Se lo comentó a Sr. Lucero y él le dijo que sería mejor porque así no dudarían de que él no fuera noble cuando ya tenía la técnica suficiente Sr. Lucero le dio una antigua pero parecía nueva así que se la puso y el caballero le dio un caballo joven que había nacido hacía tiempo.
El Sr. Lucero y Billy se montaron y se dirigieron hacia el Rey Loren Billy le dijo al Sr. Lucero que iría a casa del noble que quería que digiera que era  su hijo para que le digiera al Rey Loren que era su hijo.
Los tres se dirigieron hacia el castillo Cabernet, antes de llegar el noble le dijo que su nombre era DiCaprio y que un nombre de noble sería Lucro, antes de presentarse al Rey lucharía contra algunos caballeros para conseguir un poco de rango para presentarse al rey para que lo nombrara caballero.

Al final del día llegaron al castillo y buscaron un sitio donde dormir al día siguiente Lucro lucho contra algunos caballeros para con seguir un rango cuando la iglesia marco tres horas antes de que se fuera el sol se presentaron y como el Rey conocía al Sr. Lucero y al noble DiCaprio le resulto más fácil  nombrarle caballero y como el Rey había estado en los torneos de ese día y había visto luchar a Lucro, así que convocó al pueblo para nombrar caballero a Lucro y al haber vencido a rivales muy fuerte lo nombró Sr. Lucro .
En las guerras siguientes Sr. Lucero y Sr. Lucro lucharon en guerras muy importantes como Sr. Lucro lucho en muchos torneos y con siguió hacerse con un feudo por su matrimonio y por la cesión de un caballero de mayor rango.

En su feudo se hizo con muchas tierras y con unos de los ejércitos más grandes de los feudo.
Sr. Lucro tuvo tres hijos y tuvo siete sirvientes también tubo a tres escuderos.
El fue el primero en tener la primera cama de madera.
15 dic 2014
Esta es la historia de un niño llamado Víctor. Víctor era un chico normal y corriente, sin ningún defecto, de esos del montón. Pero, sin embargo, nuestro Víctor, no era tan corriente. En su instituto, no tenía muchos amigos. Decían que era “rarito” y muy “endeble”. Él nunca les hacía caso, pero en el fondo le dolía. A Víctor le gustaba escribir y dibujar. Todo aquello relacionado con el arte. Tenía una gran imaginación.

Y ahora os preguntaréis, ¿por qué este chico era así? Víctor no es que tuviera una infancia muy buena. Su madre murió cuando él sólo tenía seis años. Para él fue muy duro. Después de esto, su padre se suicidó tras una larga depresión. Por esta razón, sin más remedio, tuvo que irse a vivir a casa de su abuela. No podía vivir solo en aquella casa grande y solitaria. En casa de su abuela, Víctor se sentía aislado, solo, su abuela no hablaba mucho con él, callada y encerrada en sí misma tras la muerte de su hija.

El chico todos los días después del instituto, se encerraba en su cuarto, y dejaba caer una lluvia de ideas sobre sus papeles. Y así abría su imaginación, aislándose del mundo cruel que le rodeaba. Como él decía, creaba su propio mundo dentro de su imaginación.

Cuando llegó la primavera, el campo de atrás de la casa de su abuela Isabel, se volvió verde como el césped de un campo de fútbol. No era ese color castaño del otoño. Así que, sin pensarlo, se dispuso a salir a vivir aventuras. Caminando por un sendero, encontró encima de unas ramas, una casa de árbol. La casa era vieja y tenía maderas roídas por los ratones. Pensó en arreglarla y hacerse con ella para ir todas las tardes a liberar su imaginación, dejando el ruido de las clases, los insultos de los niños y el ruido desagradable de los coches.

Sin pensarlo más, al día siguiente, llegó a casa, soltó la maleta, preparó el almuerzo, y cogió madera e instrumentos para la restauración. A Víctor no le resultaba tan difícil restaurarla. Su padre era albañil y le enseñó algunas nociones de construcción. Con la madera, los clavos y el martillo, se dispuso a restaurar su casa del árbol. Al anochecer, yendo camino de su casa, cruzó la calle y, de repente, sintió un gran golpe en su pecho. Un coche le había golpeado. Salió disparado contra el arcén. Había sangre desparramada por toda la calle. De su cabeza salieron mil ideas que volaron hacia el cielo. Mil motas de imaginación. Los viandantes miraban boquiabierto las ideas, dejándolas posar sobre sus cabezas.

Cuidado, porque esa imaginación, desprendida de Víctor, podría estar en tu cabeza.

Así que no tengas miedo en expresarte. Que no te importe lo que piensen los demás.


Deja volar tu imaginación.





“Sonó la campana de la iglesia, debido a la poca luz que había, deduje que eran las 6. Me quedé impactada, la mayoría de los siervos que se encontraban en la cama, comenzaron a levantarse. Al  levantarme sentí un escalofrío que recorría todo mi cuerpo. La temperatura había bajado considerablemente. Me dirigí a la ventana de la torre. Pese a la gran muralla con la que está protegida el castillo, pude ver algo por encima de ella. Vi a unos niños, más o menos de mi edad, cultivando junto a sus padres. Barbechaban el campo para poder dejar descansar una porción de tierra. No me parecía justo que recibieran condiciones muy duras sin ningún derecho. Ese mulo de pelo oscuro que cargaba el serón, reflejaba en su cara el cansancio de una vida muy dura. Supuse que vendrían de la aldea vecina, la que está junto a la entrada del feudo. La curiosidad me mataba.
Rápidamente cogí la túnica más antigua que había en el armario, la tiré al suelo y le hice algunas que otras manchas. Me puse un corpiño sobre ella, y un tocado, ya estaba lista.
Ni siquiera pensé en los problemas que me adentraría, sólo pensé en desconectar de la rutina de ser noble, pues ya me aburría bastante.
Bajé por las escaleras de la torre lo más disimulado posible, intentado que nadie pudiera verme.
Al fin lo conseguí, baje hasta la puerta de la muralla, y me adentre en uno de los cultivos más secos que pude ver. Allí me encontré a Arturo, mi nuevo amigo.
Ayudé todo lo que pude, fue un día de intenso trabajo. Todo terminó cuando sonó la campana de la iglesia, el sol se estaba yendo y yo debía regresar a mi hogar.
Todos en la familia me agradecieron el esfuerzo y les comenté que mañana volvería para seguir ayudando.
Al mirar hacia la torre observé que las trompetas sonaban anunciando la hora de la cena. No me daría tiempo de llegar y sentarme a la mesa para comer. Corrí lo más rápido que mis pequeñas y ligeras piernas me permitían. Subí las escaleras, me cambié de ropa y mojé un poco mi cara y mis manos para que nadie sospechara.
Sobre la mesa había carne que Jacinta, nuestra sierva que se encargaba de la comida, había preparado junto con un poco de pasta con arroz. De postre, una rodaja de rica y fresca sandía.
Después de la cena, fui a la cama y caí rendida.
Nuevamente, me pareció haber pasado cinco minutos cuando volvió a sonar la campa. Debía robar algunas monedas de oro al  Padre para que los más necesitados pudieran partirlas y pagar tanto los impuestos, como el diezmo. Y así lo hice, me dirigí al colchón, confortadamente hecho de paja. Allí se encontraba, un gran saco de monedas que me aguardaban con un brillo reluciente en cada borde de su tan redondeada forma.
Cogí unas cuantas.
Estaba preparada para volver a revivir aquella tan fantástica aventura rodeada de peligros.
-¡Isabel! ¿Sería tan amable de venir usted aquí? – apresuró el padre.
-¿Dónde crees que vas con esas pintas? – volvió a gritarme.
-Sólo estaba jugando. – le respondí rápidamente.
-Esperemos que así sea. – me respondió.
Al minuto, mi mente se encarceló prisionera de los deberes de ser noble, pero mi corazón me impedía que una familia que no había elegido ser de esa clase social, sufriera. Me atormentaba la idea de encontrarme en sus situaciones.
Deprisa y disimuladamente cogí más monedas, las suficientes para no volver a casa y poder vivir una vida campesina muy pobre.
Corrí hacia el cultivo, y allí estaban. Incluido Arturo. Fue un día de trepidantes locuras cultivando a su lado. Se podría decir que, empecé a sentir demasiadas cosas por un campesino. Cosa que justo el día anterior ni me hubiera imaginado.
Desgraciadamente, el amor en esta época es concertado y no nos guiamos por el corazón. Sinceramente, ese chico me completaba. Una duda surgió en mí por si aquel amor era mutuo.
Continué trabajando sin echar cuenta a mi mente.
Paso a paso, gota a gota, semilla a semilla. Así iba yo, al lado de un burrito al que vi morir tras ese día. Les ofrecí las monedas a aquella pobre familia, que festivamente me lo agradecieron. A pesar de su pobreza me invitaron a comer en su casa, y me preguntaron por mi familia.
Un poco de berenjena rellena de algún que otro trocito de carne, nada comparado con lo que me daban en el castillo.
Les dije que era huérfana, pues no quería desvelar de donde venía realmente. Finalmente me preguntaron de donde saqué las monedas, algo lógico. No quería contestar, pues ni siquiera sabía que decir. Así que les respondí que hice una especie de recogida donde personas ricas me dieron algunas monedas. Me dejaron en paz al responder de tal manera.
Me prepararon una cama bastante cómoda con un colchón sobrante en la casa. Me sentí afortunada, pues a cambio de trabajar duramente en el campo, me daban el amor que nunca recibí ni por parte del padre. Fuimos a dormir a la tocada de la campana, serían aproximadamente las 9.
A la mañana siguiente, vuelta a la rutina. Después de una larga noche de lluvia, el trabajo había sido en vano. Pues estaba todo destrozado. Nos pusimos manos a la obra, y en cuestión de horas aquello quedó como nuevo.
Arturo me llamó y me dijo que le acompañara a llevar al nuevo burro a comer algo de paja para que pudiera continuar trabajando. A esto que me apoyó sobre un árbol de tallo muy áspero y se lanzó a besarme.
Al regresar al cultivo, encontré a alguien de la corte del padre muy enfurecido allí mismo, esperándome. Me agarró de la túnica y me condujo de vuelta al castillo.
El padre me esperaba en la puerta, cosa que casi nunca suele hacer cuando alguien sale de paseo o a tocar algún instrumento. Me dio la charla del mes. No sé ni lo que pasaba por mi cabeza en aquellos momentos. Pero supongo que era la primera vez que mostraba interés por mí. Me condenó a mantenerme en la habitación encerrada durante el resto de mi vida.
Era la típica historia que cantaban los juglares por las aldeas, dos personas que se distancian por culpa de una maldita torre.
Cada día de noche me asomaba a la única ventana que había en la habitación, y desde allí lo veía trabajar duramente. 
El padre nunca me lo permitiría, el estar al lado suya. Así que hice lo que cualquiera, volver a escaparme.
Para mi desgracia, al estar recorriendo la tabla de la que el castillo se separaba de la muralla, me descubrieron. Me volvieron a llevar ante el padre y este me mando al Rey. El cuál, ha decidido mandarme a decapitar.
Ese hacha brillante y afilada me iba a cortar el cuello.
Ahora me encuentro aquí, escribiendo esta carta, donde se encontraran mis últimas palabras. La misma que voy a enterrar guardada en un pequeño arcón de madera, bajo la tierra del cultivo de Arturo.
Si alguien lee esto, aquí va una persona noble que dio la vida por amor.”


Irene desenterró un pequeño baúl destrozado. Sacó la carta que se encontraba en su interior y se dispuso a leerla. Debido a sus 4 cortos años, su madre se la quitó y comenzó a leerla.
-¡Que cosas más raras ocurren en esta familia! – insinuó su madre.
Y ciertamente tenía razón, pues no cualquiera se encuentra una carta de una persona de la Edad Media al intentar hacer un castillito con su hermano mayor en la playa, en un día donde el sol relucía con mucha intensidad.


LA VIDA DE ANTHONY

Hola, me llamo Anthony y soy un caballero de la Edad Media que vive en Londres, Inglaterra. Os voy a contar una historia de como llegué a ser caballero.
Nací el 9 de agosto del 201 d.C. Mis padres, que eran nobles, me criaron en Londres, en un pequeño
feudo que se situaba a las afueras del país. De pequeños la verdad que no hacía mucho solo jugar y pasear por el feudo.
Por allí había toda clase de campesinos, mercaderes y artesanos. Me llevaba muy bien con Alvor, un herrero que me hacía cascos para jugar con mis amigos a los caballeros. De pequeño siempre me gustaron los caballeros por sus armaduras, espadas, yelmos y muchas cosas más. Mi padre y yo íbamos a todos los torneos y justas de la ciudad. Mi caballero favorito y por el que siempre votaba se llamaba Eric, un hombre de cabellos dorados, ojos verdes, nariz puntiaguda y de una piel tan blanca como la nieve. Un día ganó su septuagésima batalla y tiró su casco al público. Iba a caer cerca de mí pero, aunque me levantara y extendiera las manos, no iba a llegar. Entonces pegué un salto y lo cogí en el aire. Al caer me di un pequeño golpe contra la grada pero no me hice daño. Me levanté y ahí estaba Eric. El me preguntó:

  • ¿Te has hecho daño pequeño?
  • No, es solo un rasguño - Le respondí.
  • Tienes espíritu de caballero, chico. Quizás puedas apuntarte para ser caballero cuando seas un poco más grande. Ten, toma esto también.
  • ¡Gracias!

Me dio su espada. No me lo podía creer. Mi caballero favorito me dio su casco y su espada. Era como estar en un sueño. Después de darme la espada se dirigió a la ubicación de su trofeo. Era un trofeo grande, fabricado con oro y plata. Lo cogió y después se dirigió a la grada a dedicárselo a una dama muy guapa de pelo castaño, ojos azules, y otra vez de piel blanca como la nieve. La joven se abalanzó contra él y se dieron un beso en la boca. Era asqueroso pero bueno.
Cuando tenía 15 años me alisté para ser un caballero. Tenías que realizar duros entrenamientos durante horas y entrenarte con escudo y espada. Era divertido pero arriesgado, por lo menos esa opinión tenía yo de aquel entrenamiento. Después de entrenar me iba al castillo de mi padre y comía uvas y toda clase de alimento. Entre ellos el que más me gustaba era la carne. Aparte de eso comíamos verduras, y frutas como la berenjena y la naranja. También comíamos pan y arroz de vez en cuando.
En esa época tuve mi primer amor. Estaba paseando por el pueblo, iba a por alimentos, cuando vi a una bella damisela que se estaba peleando con su novio. Era rubia, tenía los ojos azules y posiblemente era la chica mas guapa que hubiera conocido.
La miré, pero ella estaba de espaldas. De repente vi que su novio abría la mano para darla un guantazo y me abalancé sobre él . Empecé a pegarle puñetazos y sentí como alguien me cogía de los brazos. Los guardias nos llevaron a nuestros castillos, contándoles todo lo que había pasado a nuestros padres, pero eso me daba igual. Por la noche me escapé por la ventana y me dirigí al establo donde ella dormía, ya que era un campesina. Me acerqué y abrí la puerta con cuidado. Y allí estaba ella, bella como ninguna. Me dirigí a su cama y le dije:

  • Eehh...Hola.
  • ¿Quién eres, qué haces aquí? - me respondió ella nerviosa y enfadada porque la había despertado.
  • Soy Anthony, el de esta tarde, el que se abalanzó sobre tu novio.
  • Ya me acuerdo, no te di ni las gracias por lo que habías echo por mí. Así que bueno, gracias.
  • De nada. ¿Como te llamas?
  • Me llamo Emma y ¿que haces aquí?
  • He venido para ver como estás y si quieres venir conmigo a ver la luna y las estellas.
  • Me encantaría.

Entonces nos dirigimos al campo que se situaba a unos metros de aquel establo tan grande. Nos sentamos y vimos la luna llena:

  • ¿Por qué me te has abalanzado contra mi novio?
  • Te iba a pegar.
  • Ya pero si no me conocías, ¿por qué ibas a hacerlo?
  • Verás es que...
  • ¡Es que qué!
  • Me gustas... - dije sonrojado.
  • ¿Te gusto?
  • Si, eres muy guapa y pareces simpática y amable.
  • Oooh, eres un cielo.
  • ¿Qui...quieres salir co...conmigo? - le dije yo sudando y tembloroso.
  • Si, quiero.

Entonces giré la cabeza y la besé. Era una noche mágica. Estrellas, luna, noche, ella, yo; en resumen la mejor noche de mi vida.
Al día siguiente mi madre se levantó y me despertó. Mi padre no estaba y me dijo que ayer me vio volviendo a mi habitación por la ventana. Le conté lo que había pasado y ella se quedó de piedra al saber que había besado a una campesina. Le dije que lo mantuviera en secreto y que no se lo dijera a nadie y menos a mi padre, que era el que peor se tomaba esa clase de cosas.
A los 18 años mi padre descubrió que salía con la campesina porque mi madre no aguantaba más y se lo tuvo que contar. La verdad que no se lo tomó tan mal como pensaba pero me regañó un poco. En esa época ya me había convertido en soldado. No era un soldado de élite pero pronto lo sería. Mi madre estaba orgullosa de mí y mi novia aún más. La llevaba a torneos y justas y mi padre se iba a la otra grada para no molestarnos. La verdad que tuve unos padres geniales.
Cuando cumplí los 20 años me convertí totalmente en un soldado de élite y decanté en mi primera batalla. Fue sangrienta, cabezas volaban por encima de la mía, hombres sin extremidades, todavía vivos, gritando de dolor...Era una auténtica matanza. Afortunadamente sobreviví a la matanza y regresé a mi casa sano y salvo. Mi novia y mis padres me esperaban a la entrada del pueblo, llorando de alegría por verme regresar de aquella batalla tan encarnizada. Lo primero que hicieron fue correr hacia mí y abrazarme con todas sus fuerzas, aunque estuviera manchado de sangre. A esa batalla llevé el casco y la espada que aquel hombre llamado Eric me dio en su septuagésima justa. Nunca me olvidé de ese momento en el que me entregó la espada.
A la edad de 25 años, el señor feudal de aquel feudo me nombró caballero de la corte. Ese fue uno de los días más felices de mi vida. Cuando terminó la ceremonia mi padre me dijo que estaba orgulloso de mí y nos dimos un abrazo bien fuerte. Mi novia se asentó en nuestro castillo y empezó a dormir en mi cama. También recibimos la visita del padre Emma y su mujer Evelyne. Les invitamos a cenar y después retornaron a su establo. Esa noche mi novia y yo nos besamos sin parar, nos queriamos y pontro llegaría el momento de casarnos.
A los 30 años, que aún seguía vivo de las tantas batallas que libré, mi novia y yo decidimos casarnos en la iglesia que se situaba delante de nuestra casa. Mi padre me dio el traje que él había llevado a su boda y mi madre le dio a Emma el vestido más bonito que yo nunca hubiera imaginado. Por la mañana los amigos y familiares de las dos familias se reunieron en la iglesia. El cura se llamaba Dave y era el cura más divertido del feudo. De vez en cuando te hacía reír durante varios segundos ya que contaba chistes muy buenos.
Un poco más tarde todo el mundo que se encontraba en la iglesia se calló y vimos como una luz hermosa se aproximaba hacia mi. Y allí estaba ella con su vestido de brillantes diamantes relucientes. Sin duda era la mujer más hermosa del reino, incluso de toda Inglaterra. Empezamos la ceremonia. El cura empezó a hablar pero no le hacía caso, ni yo ni Emma, ya que nos estabamos mirando sin parar. Cuando el cura dijo:

  • ¿Toma usted, Anthony, a esta mujer, Emma, como tu legítima esposa?
  • Si, la tomo.
  • ¿Toma usted, Emma, a este hombre, Anthony, como tu legítimo esposo?
  • Si, lo tomo.
  • Puedes besar a la novia.

Nos besamos con amor y pasión. La gente se levantó y aplaudió. Al salir de la iglesia, los niños más pequeños nos tiraron pétalos de rosas y margaritas. Por la noche celebremos un banquete enorme, con carne, que era mi favorita, verduras, frutas, cereales, pan y vino. Fue un día espectacular.
Cuando cumplí los 36 años, Emma y yo tuvimos un bebé. Lo llamamos Connor. Era un bebé fuerte y ya parecía tener los ojos de su madre. Cuando empezaba a llorar, su madre le cogía y le daba el pecho y se callaba. Y hasta ahora, sigo cuidando a Connor, que ya tiene 6 años y parece que le gustan mucho los caballeros y las justas medievales. Su madre sigue igual de guapa que de joven y yo, bueno, con unas cuantas cicatrices en varias partes del cuerpo, pero más feliz que nunca por haber tenido esta estupenda familia. Soy Anthony y esta es la historia de mi vida.

LORY Y SU HISTORIA

Lory fue una chica inglesa que vivía con su familia en el campo con sus 7 hermanos y sus padres campesinos ella era muy humilde.
A ella le gustaba mucho su vecino Peter que vivía en frente les encantaba verse entre ellos y todos los sábados salían a hablar juntos y hacer cosas.
Ella dijo:- ¿Se lo has dicho a tus padres? -
No aún no algún día me atreveré pero tienes que decírselo ya o tendremos problemas-
Ok intentaré decírselo pero  ¿tú se lo has dicho o no?
No, todavía no
Vale tendremos que decírselo alguna vez.
Pues sí.

Después ellos hicieron el acto sexual y a los 5 meses siguientes se enteraron de que ella se quedó embarazada así que tuvieron que casarse, sus padres no estaban de acuerdo pero ellos lo tuvieron que hacer porque así decía su tradición y si su tradición lo decía se hacía.
En la noche de la boda el señor feudal se la llevo y la obligó a quedarse con él pero ella no quería y por eso aunque fuera un señor feudal ella se defendió pero discutieron un montón:
-Dejame yo soy fiel a Peter, él es mi marido y nunca quedarme contigo-
-Sí porque tu eres mi campesina y yo tú señor feudal así que debes hacerme caso-
-Yo seré fiel a mi marido nunca lo dejaré, él es mi marido y yo le amo con todo mi corazón-
-¿Si? Pues te raptaré-
En ese momento él la raptó y Peter extrañado fue a buscar a su mujer y se dió cuenta de que el señor feudal ´´Rubi`` la raptó entonces él y todo su pueblo se revelaron contra él y como no tenía ni ejercito ni caballeros porque se los había dado a el rey en la batalla porque las necesitaba.
Entonces al señor feudal lo mataron y como ya no tenían pueblo se convirtieron todos en juglares.
Se fueron al pueblo y todo era felicidad hasta que fue a nacer su hijo y como no tenían dinero ni un lugar donde dejarlo tuvieron que vender su ropa y su comida.
En ese momento atacaron el pueblo en la que ellos estaban para ver al nuevo niño entonces Peter denfendió a todos con su valentía y aunque no fuese con las reglas el señor feudal del pueblo vió su valentía y lo contrato.
Entonces dijo:- Te contrato por tu valentía y coraje en la  batalla -
-Gracias mi nuevo jefe-
-Mañana ven a verme y te nombrare soldado-
Al día siguiente le nombraron soldado.




Con el paso de los años le nombraron caballero y ya su familia no volvió a ser pobre. Gracias a él y su mujer se alegró mucho desde aquel momento
14 dic 2014


Alison es una niña de 9 años, menuda y muy bajita para su edad, que vive con su padre Robert, su madre Amanda, su hermano Martin cuatro años mayor que ella y el pequeño Ben de tan solo 2 meses.
Viven en una aldea perteneciente al condado de Shirley. Su casa consta de una sola estancia, nada grande, donde duermen todos juntos sobre un suelo cubierto de paja, y lleno de chinches y pulgas.
Su padre es jornalero, y trabaja para todo aquel que quiere contratarlo, pero tiene un gran problema, y es que le falta la mano derecha, ya que se la amputaron hace ya bastantes años, cuando lo sorprendieron intentando robar una vaca. Esto supone    que es el último al que contratan cuando llega la primavera y empieza la época de recolectar la cosecha y el primero al que despiden cuando ésta está llegando a su fin.
Sus vidas son bastante tristes, porque durante la época de la cosecha, al menos tienen para comer algo, aunque solo sea pan, gachas y algunos cereales, pero durante el crudo invierno, a parte del insoportable frío, también pasan mucha hambre. Así que a Alison no le queda otro remedio que robar, está acostumbrada a hacerlo desde pequeña, a veces roba una manzana en un puesto del mercado, un huevo recién puesto por una gallina y algunas otras cosas. Su hermano también ha robado siempre, pero hace poco lo pillaron intentando robar una botellita pequeña de aceite que se le cayó al suelo, con suerte de que ésta no se partió y él fingió que al pasar le había dado sin querer, con lo que su padre decide  que Martin se está haciendo mayor y que ya no pasa tan desapercibido, así que, de ahora en adelante será ella la que se encargue de robos mayores.
Se está celebrando la feria del Condado y su padre decide que irán, porque allí suele acudir mucha gente con dinero para realizar los intercambios comerciales. Llegan por la mañana y están casi todo el día dando vueltas por allí intentando ver que pueden robar, pero al terminar el día no han obtenido casi nada, solo, calmar un poco el hambre. Por la noche deciden ir a la catedral de la ciudad y dormir en el patio que hay en la entrada, allí lo hacen también muchas otras personas y el patio está a rebosar. Los monjes les advierten que salgan fuera a hacer sus necesidades, que todo aquel que pillen haciéndolo dentro lo echaran, cosa que le ocurrió a  una familia que cogieron al niño pequeño orinando y los echaron a todos fuera con el frío que hacía.
Ya casi al amanecer su padre le señala a un hombre que estaba cerca de ellos y que llevaba atado al cinturón una bolsita que parecía llena de monedas. Estaba allí junto a su mujer y sus dos hijos, que serían más o menos de la edad de Alison. Su padre le dijo que se colocara cerca del hombre y le dio una pequeña navaja. Alison debía cortar la cuerdecita sin que el hombre se diera cuenta y salir a toda prisa de allí. Tenía muchísimo miedo porque nunca antes había hecho algo por el estilo, y sabía que si la pillaban  le harían lo mismo que a su padre, pero entonces pensó en el hambre que pasarían el resto del invierno, así que, se armó de valor y lo hizo. El hombre no se dio cuenta de nada y ellos salieron a toda prisa de la catedral.
Huyeron por el bosque, y no pararon hasta llevar varias horas andando. Cuando abrieron la bolsita comprobaron con asombro que estaba llena de monedas de oro y plata. Se pusieron contentísimos. Su padre decidió que se trasladarían a vivir a una aldea lejana donde nadie les conociera y que allí empezarían una nueva vida.
Después de muchos días de viaje, llegaron a una aldea perteneciente al Condado de Crunch. Compraron una vivienda modesta y muchos animales, entre ellos cuatro vacas,  10 gallinas y numerosas ovejas para poder negociar con su lana.
Cada año acudían a la feria del Condado y vendían sus productos. Eran los comerciantes que más vendían porque sus productos eran muy buenos y además a buen precio. Gracias a esto nunca más volvieron a pasar hambre.
Años más tarde Alison conoció a un chico llamado Peter que era escudero y al que pronto nombraron caballero, al salvar la vida de su señor cuando fueron atacados en un bosque por un grupo de forajidos.
Alison y Peter se casaron, tuvieron dos hijas y fueron felices para siempre.

Thomas es el dueño de una fábrica de detergentes. Es muy avaricioso y todo lo que quiere es ganar
mucho dinero.
Así que en vez de tener contenedores para almacenar todos los residuos contaminantes de la fábrica, y contratar camiones para que se los lleven hasta un lugar seguro, decide arrojarlos a un río cercano.
Lleva años haciendo esto, hasta que un día mientras Thomas está durmiendo en su magnífica mansión llega un hada , lo convierte en pez y lo arroja al río que tantos años lleva él contaminando.
Cuando Lucas se despierta y se ve en el río rodeado de peces muertos y suciedad se asusta mucho.
Unos peces que están a su lado y que saben quien es él, le dicen que hace muchos años aquel era un lugar en el que todos los peces vivían felices y que estaba muy limpio, pero que ahora por su culpa, apenas quedan peces, ya que casi todos han muerto.
Lucas se siente muy apenado y avergonzado a la vez, le pide perdón a los peces y les dice que si el hada le perdona, él con su dinero se encargará de la limpieza del río y promete que jamás volverá a echar los residuos allí.
El hada le cree y lo convierte otra vez en humano. Lucas cumple con su promesa y al cabo de un tiempo el río se convierte en lo que años atrás había sido, un lugar limpio en el que los peces viven
felices.


                                     El Examen del Feudalismo

                                                        ***
Un campesino trabajaba día a día, desde que empezaba el sol hasta que que terminaba y así sucesivamente. En las aldeas el tiempo de medía por campanadas cada tres horas, tampoco sabían en que día estaban, ni en que mes, ni en las estaciones del año, ya que no había calendario.

Los aldeanos nunca habían salido de sus territorios, nada más salían los nobles, reyes, caballeros...etc. Los campesinos formaban el 90% de la población, tenían que trabajar las tierras que los señores le daban, a cambio de protección. Si no podían pagarle el beneficio de las tierras dejaban de darle protección y se queda con las tierras.

Ellos vivían en aldeas, con los animales para calentarse mas en el invierno, también en la cama podía dormir con su mujer y con los hijos que tenga para calentarse más y no pasar frío, lo normal era que se acostasen vestido, el colchón lo rellenaban de paja.


Para comer utilizaban cuencos de maderas y
cucharas, la comida más importante de ellos era
la cena, comían verduras, cereales, legumbres, cervezas. Los campesinos con ganados tenían huevos y leche. Para ellos la comida que sobraban la conservaban en sal o la secaban. Ellos tenían miedo a tener una mala cosecha y pasar hambre.


Las mujeres también eran campesinas cocinaban,
lavaban y cultivaban ayudando al marido y podían ser religiosas y ayudaban a la educación de sus hijos.

                                                 ***




Esto es la historia de un campesino y campesina que un niño de trece y catorce tiene que estudiar. El niño en clase no hacía nada solo copiaba los apuntes, a las semanas le pusieron el examen, empezó a estudiar pero siempre lo dejaba hasta que llego el ultimo día, empezó a estudiar como un loco, con ganas para aprobar ese examen, parecía que se lo sabía, llegó el examen, nervioso, fué con la certeza de que iba aprobar, empezó a escribir pero a mitad del examen se quedó en blanco, dejo de escribir empezó a pensar a darle la vuelta a la cabeza ave si se acordaba pero de repente, ya era la hora de entregar el examen, sabía que iba a suspende, estuvo pensando hasta que le dieron la nota del examen, no se lo podía creer lo que le había pasado, pero al final lo dejó pasar. Llego el día que le dieron la nota, había sacado un 2,5, no se lo podía creer, penso en que tanto tiempo en el tema ese para estudiar el ultimo día y suspender, ese examen lo tenía que recuperar en septiembre, estudió durante todo el verano.

Empezó a simular como si el estuviera en la Edad Media y fuera un campesino en su campo, trabajando las tierras, cuidando el ganado, a los animales y también como vivían los nobles sin tener que trabajar con sus siervos que le hacía lo que le pedía. A mitad del verano dejó de estudiar porque se lo sabía, salió con sus amigos para pasarselo bien, por las tardes a la playa y por las noches salían a la calle.

Las dos ultimas semanas empezó a estudiar de nuevo, para repasar y se lo sabía, ahora si que sí, tenía la certeza de que iba aprobar se lo sabía perfectamente. Llego el día, iba concentrado al examen, dispuesto a hacer un buen examen, lo acabó y le sobro tiempo de examen.

Estaba esperando haber cuando le daban la nota para pasar de curso y seguir con sus compañeros. Al fin y al cabo se la dieron había sacado en el examen un ocho, pero ya que había suspendido antes tiene ahora un cinco.

Estaba feliz, aprovecho lo que le quedaba de verano al máximo porque dentro de poco se acababa lo bueno y se tenía que poner a estudiar de nuevo.
El niño decidió estudiar desde el primer día que dieran clase, y así fue, fué aprobando todas las notas, estaba bien, porque no recibía ninguna noticia de que había supendido