Bienvenidos a "La cantera de las Historias", blog literario de los alumnos de 2º de ESO del colegio Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.
14 dic 2014


Alison es una niña de 9 años, menuda y muy bajita para su edad, que vive con su padre Robert, su madre Amanda, su hermano Martin cuatro años mayor que ella y el pequeño Ben de tan solo 2 meses.
Viven en una aldea perteneciente al condado de Shirley. Su casa consta de una sola estancia, nada grande, donde duermen todos juntos sobre un suelo cubierto de paja, y lleno de chinches y pulgas.
Su padre es jornalero, y trabaja para todo aquel que quiere contratarlo, pero tiene un gran problema, y es que le falta la mano derecha, ya que se la amputaron hace ya bastantes años, cuando lo sorprendieron intentando robar una vaca. Esto supone    que es el último al que contratan cuando llega la primavera y empieza la época de recolectar la cosecha y el primero al que despiden cuando ésta está llegando a su fin.
Sus vidas son bastante tristes, porque durante la época de la cosecha, al menos tienen para comer algo, aunque solo sea pan, gachas y algunos cereales, pero durante el crudo invierno, a parte del insoportable frío, también pasan mucha hambre. Así que a Alison no le queda otro remedio que robar, está acostumbrada a hacerlo desde pequeña, a veces roba una manzana en un puesto del mercado, un huevo recién puesto por una gallina y algunas otras cosas. Su hermano también ha robado siempre, pero hace poco lo pillaron intentando robar una botellita pequeña de aceite que se le cayó al suelo, con suerte de que ésta no se partió y él fingió que al pasar le había dado sin querer, con lo que su padre decide  que Martin se está haciendo mayor y que ya no pasa tan desapercibido, así que, de ahora en adelante será ella la que se encargue de robos mayores.
Se está celebrando la feria del Condado y su padre decide que irán, porque allí suele acudir mucha gente con dinero para realizar los intercambios comerciales. Llegan por la mañana y están casi todo el día dando vueltas por allí intentando ver que pueden robar, pero al terminar el día no han obtenido casi nada, solo, calmar un poco el hambre. Por la noche deciden ir a la catedral de la ciudad y dormir en el patio que hay en la entrada, allí lo hacen también muchas otras personas y el patio está a rebosar. Los monjes les advierten que salgan fuera a hacer sus necesidades, que todo aquel que pillen haciéndolo dentro lo echaran, cosa que le ocurrió a  una familia que cogieron al niño pequeño orinando y los echaron a todos fuera con el frío que hacía.
Ya casi al amanecer su padre le señala a un hombre que estaba cerca de ellos y que llevaba atado al cinturón una bolsita que parecía llena de monedas. Estaba allí junto a su mujer y sus dos hijos, que serían más o menos de la edad de Alison. Su padre le dijo que se colocara cerca del hombre y le dio una pequeña navaja. Alison debía cortar la cuerdecita sin que el hombre se diera cuenta y salir a toda prisa de allí. Tenía muchísimo miedo porque nunca antes había hecho algo por el estilo, y sabía que si la pillaban  le harían lo mismo que a su padre, pero entonces pensó en el hambre que pasarían el resto del invierno, así que, se armó de valor y lo hizo. El hombre no se dio cuenta de nada y ellos salieron a toda prisa de la catedral.
Huyeron por el bosque, y no pararon hasta llevar varias horas andando. Cuando abrieron la bolsita comprobaron con asombro que estaba llena de monedas de oro y plata. Se pusieron contentísimos. Su padre decidió que se trasladarían a vivir a una aldea lejana donde nadie les conociera y que allí empezarían una nueva vida.
Después de muchos días de viaje, llegaron a una aldea perteneciente al Condado de Crunch. Compraron una vivienda modesta y muchos animales, entre ellos cuatro vacas,  10 gallinas y numerosas ovejas para poder negociar con su lana.
Cada año acudían a la feria del Condado y vendían sus productos. Eran los comerciantes que más vendían porque sus productos eran muy buenos y además a buen precio. Gracias a esto nunca más volvieron a pasar hambre.
Años más tarde Alison conoció a un chico llamado Peter que era escudero y al que pronto nombraron caballero, al salvar la vida de su señor cuando fueron atacados en un bosque por un grupo de forajidos.
Alison y Peter se casaron, tuvieron dos hijas y fueron felices para siempre.

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